jueves, 11 de julio de 2019

Yo Acuso

El responsable político de la administración general del país, el Presidente Martín Vizcarra en una entrevista dada al programa "Cuarto Poder" manifestó "no estar de contento con los resultados del Congreso sobre la Reforma Política" y dijo además que el cuerpo legislativo "trabaja de forma lenta". Solo una mente caprichosa es capaz de inoportuno comentario.

Vinculemos esto a otra reflexión del Presidente: "si no se conserva el espíritu de la Ley de las seis Reformas Políticas impulsadas por el Ejecutivo, estoy dispuesto a disolver el Congreso". Vizcarra, pésimo exegeta de la cuestión de confianza, ignora que el artículo 206 de la Constitución Política del Perú le impide al Presidente de la República "observar la Ley de Reforma Constitucional", ya que eso le corresponde exclusivamente al Congreso. 

No se necesita una inteligencia desbordante para realizar una aguda observación sobre los comentarios del Presidente. Basta tener nociones básicas sobre el recto funcionamiento democrático y asociar lo que vivimos hoy con un momento histórico determinado; y nuestro entendimiento se iluminará, nuestra memoria se refrescará y poco a poco abriéndonos paso entre las tinieblas; observaremos todo con mayor precisión. Seré más directo aún.

Francisco de Paula Gonzáles Vigil, teólogo, intelectual y político peruano, dio en el año 1832 un inolvidable y solemne discurso pronunciado en la Cámara de Diputados, siendo recordado históricamente como "Yo Acuso", en el que cuestionaba con un "lenguaje claro y sustancioso" al Presidente del Perú Agustín Gamarra. A continuación un extracto:

"Los peruanos no son vasallos de un rey, cuyas órdenes se ejecutan sin réplicas, y cuyo disgusto hace temblar; somos ya ciudadanos de un pueblo libre y nosotros particularmente Representantes de ese pueblo; somos el primer poder, y nuestras resoluciones se cumplen. (...) nosotros los individuos de esta Cámara tenemos por la Constitución el especial encargo de atisbar la conducta del Ejecutivo en cierta clase de materias y somos los principales celadores de la inviolabilidad de la Carta. (...) Desengañémonos señores: la respetabilidad del Jefe de la República no puede apoyarse en ningún punto que se halle fuera del círculo de sus atribuciones constitucionales. (...) Los peruanos murmuran en secreto y les duele cada vez que se viola un artículo de su pacto Constitucional". 

¿No es este el argumento oportuno para condenar el deficiente desenvolvimiento como Presidente de Martín Vizcarra? ¿No encontramos rasgos autoritarios aunque muy bien disimulados en Vizcarra? Juzgue usted, compatriota.