jueves, 11 de julio de 2019

Yo Acuso

El responsable político de la administración general del país, el Presidente Martín Vizcarra en una entrevista dada al programa "Cuarto Poder" manifestó "no estar de contento con los resultados del Congreso sobre la Reforma Política" y dijo además que el cuerpo legislativo "trabaja de forma lenta". Solo una mente caprichosa es capaz de inoportuno comentario.

Vinculemos esto a otra reflexión del Presidente: "si no se conserva el espíritu de la Ley de las seis Reformas Políticas impulsadas por el Ejecutivo, estoy dispuesto a disolver el Congreso". Vizcarra, pésimo exegeta de la cuestión de confianza, ignora que el artículo 206 de la Constitución Política del Perú le impide al Presidente de la República "observar la Ley de Reforma Constitucional", ya que eso le corresponde exclusivamente al Congreso. 

No se necesita una inteligencia desbordante para realizar una aguda observación sobre los comentarios del Presidente. Basta tener nociones básicas sobre el recto funcionamiento democrático y asociar lo que vivimos hoy con un momento histórico determinado; y nuestro entendimiento se iluminará, nuestra memoria se refrescará y poco a poco abriéndonos paso entre las tinieblas; observaremos todo con mayor precisión. Seré más directo aún.

Francisco de Paula Gonzáles Vigil, teólogo, intelectual y político peruano, dio en el año 1832 un inolvidable y solemne discurso pronunciado en la Cámara de Diputados, siendo recordado históricamente como "Yo Acuso", en el que cuestionaba con un "lenguaje claro y sustancioso" al Presidente del Perú Agustín Gamarra. A continuación un extracto:

"Los peruanos no son vasallos de un rey, cuyas órdenes se ejecutan sin réplicas, y cuyo disgusto hace temblar; somos ya ciudadanos de un pueblo libre y nosotros particularmente Representantes de ese pueblo; somos el primer poder, y nuestras resoluciones se cumplen. (...) nosotros los individuos de esta Cámara tenemos por la Constitución el especial encargo de atisbar la conducta del Ejecutivo en cierta clase de materias y somos los principales celadores de la inviolabilidad de la Carta. (...) Desengañémonos señores: la respetabilidad del Jefe de la República no puede apoyarse en ningún punto que se halle fuera del círculo de sus atribuciones constitucionales. (...) Los peruanos murmuran en secreto y les duele cada vez que se viola un artículo de su pacto Constitucional". 

¿No es este el argumento oportuno para condenar el deficiente desenvolvimiento como Presidente de Martín Vizcarra? ¿No encontramos rasgos autoritarios aunque muy bien disimulados en Vizcarra? Juzgue usted, compatriota.


sábado, 8 de junio de 2019

Conservación del "Espíritu de la Ley"


El Poder Ejecutivo impulsa en el Congreso la discusión de seis Proyectos de Ley para la Reforma Política. Las seis iniciativas son: -sobre la impunidad parlamentaria; -que las personas condenadas no puedan aspirar a cargos públicos; -que se realicen obligatoriamente elecciones internas en los Partidos Políticos; -que se elimine el voto preferencial, unida a la garantía de que las mujeres participen en política con alternancia y paridad; -que se institucionalicen los Partidos Políticos; y -que se modifique el financiamiento de las campañas electorales. El presidente Martín Vizcarra propone que sean aprobadas "sin vulnerar su esencia". Pero ¿Qué significa esto? Si la conservación del espíritu de la Ley es un pilar inconmovible para el Jefe Supremo de la Nación, conviene entonces realizar algunas aclaraciones.

Esta definición política conduce a pensar que bajo la lógica del Poder Ejecutivo estas seis iniciativas se encuentran bajo los parámetros de la invariabilidad e inalterabilidad. A mi juicio, la Autoridad Gubernamental actúa de forma gravemente equivocada ya que pretende impedir la discusión y el análisis riguroso que debe darse en el Congreso sobre cada una de estas iniciativas. De este modo, desde el Ejecutivo se sostiene que las Reformas Políticas que impulsa son absolutamente inmutables porque han logrado alcanzar la mayor plenitud posible y creen que las iniciativas pueden ser perfeccionadas únicamente en alguna modificación particular que no desarregle o desnaturalice la esencia de sus Proyectos. Entonces, envés de alentar un debate profundo para lograr el perfeccionamiento de las Leyes, permitiendo de este modo enmendar algunos aspectos de la Reforma, lo que busca es imponer una visión sin cuestionamiento alguno.

Una de la Reformas planteadas por el oficialismo es el Proyecto de ley que busca modificar la Ley Orgánica de Elecciones respecto al Sistema Electoral Nacional. Esta propuesta que plantea la eliminación del voto preferencial, propone además que la lista de candidatos al Congreso en cada circunscripción electoral deba incluir al 50% de mujeres y al 50% de hombres ubicados de manera alternada. Vemos que las ideas del progresismo han calado hondo en los miembros del Ejecutivo, pues proponen que sea la paridad de género lo que impere en la lista de candidatos.

Esta propuesta es para muchos, altamente cuestionable pues cualquier persona sensata sabe que son las condiciones intelectuales, las habilidades particulares, la potencia de las ideas, la profunda vocación de poder y servicio, los encumbrados conceptos y las cualidades distintivas, lo que permite “el resplandecimiento de las personas”. De modo que la mujer por el hecho de ser mujer o el hombre por el hecho de ser hombre, no merecen beneficios particulares en la forma de acceder al poder. Es evidente entonces, que es “el mérito propio” el principio rector que permite destacar a las personas.

Así como el Proyecto de Ley analizado anteriormente plantea un cierto grado de controversia, es saludable que los Congresistas no se entreguen y acepten indiferentemente las Reformas impulsadas por el oficialismo, sino que cuestionen y discutan abiertamente cada uno de los puntos de las seis iniciativas; y si se perturba radicalmente la “esencia de los proyectos de ley” hasta dejarlos irreconocibles, será porque estas Reformas no conducen a ningún fin deseable.


Tomemos en cuenta otra Reforma que busca ser impuesta de manera forzosa por el Ejecutivo y es la Ley de Reforma Constitucional que modifica el artículo 34 de la Constitución sobre impedimentos para ser candidato. Esta propuesta, que busca evitar la postulación de candidatos por procesos pendientes por delitos dolosos graves y sentenciados en primera instancia con una pena mayor a 4 años, con el supuesto propósito superior de contribuir a una oferta electoral llena de candidatos idóneos, esconde un vicio sumamente grave y como “para llegar a la nuez urge quebrar la cáscara”, es oportuno desentrañar esta iniciativa.

En primera instancia, se opone radicalmente al artículo 2, inciso 24, literal e, de la Constitución Política del Perú que sostiene de manera taxativa que “toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabilidad”. Tomemos en cuenta que la sentencia en primera instancia no es una sentencia condenatoria firme, decisiva e irreversible. Además, esta propuesta está íntimamente relacionada a esa regla de conducta supuestamente infalible: “Piensa mal y no errarás. O piensa mal y acertarás”. Esta máxima fue excelentemente examinada por el filósofo Jaime Balmes en su obra El Criterio y sostenía que esta perniciosa máxima “toma la malignidad como garantía de acierto”. Dicho de otro modo, querer asegurar el acierto con la malignidad del juicio, no es lo más recomendable, porque entre otras cosas, viola el principio de inocencia y lesiona la honra de la persona.

Estas Reformas de Ley merecen ser analizadas para así poder extirpar de raíz los vicios que habitan en ellas y volverlas virtuosas; es decir productivas para nuestra sociedad. El autoritario pronunciamiento del Ejecutivo de exigirle al Congreso aprobar las Reformas Política "sin vulnerar su esencia" busca imponer una postura y que estas iniciativas sean aprobadas de manera precipitada, sin debate, sin cuestionamientos y esto hiere gravemente el recto funcionamiento democrático. Conviene entonces combatir democráticamente estos Proyectos de Ley siendo juzgados reposadamente en el Congreso, como exige la sensatez y los nobles principios  democráticos.


jueves, 30 de mayo de 2019

Reflexiones acerca de la corrupción: cuando lo putrefacto envuelve a la política.


      Jean de la Fontaine:  
Una rana, observando la grandeza de un buey, decidió un día imitar su tamaño. Entonces empezó a inflarse. Cuando creía que se asemejaba al porte del buey le dijo a su compañera. ¿Ya estoy como él? No, le respondió indiferente. Y la rana siguió acumulando aire hasta que se hinchó tanto que explotó.
  •        Enseñanza de la fábula: El orgullo,la terquedad, la impotencia y la ambición desproporcionada e irreflexiva, generan terribles males entre los hombres.

El célebre historiógrafo Heródoto, en el libro III de sus Historias da a conocer una notable discusión imaginaria entre tres lúcidos persas acerca de la mejor forma de gobierno. Cuando uno de ellos hace referencia a uno de los males que azota gravemente al orden democrático y a nuestros pueblos, dice lo siguiente: “la corrupción, entre los que administran la esfera pública, no genera enemistades manifiestas ni odios recíprocos, sino sólidas amistades entre los malvados”.

A mi juicio, el poder político no corrompe a los hombres, sino que refleja la verdadera esencia de la personas. Como decía Ramón y Cajal: “en el corazón del hombre se esconden las más bellas cualidades y los más repugnantes defectos”. Este razonamiento conduce a pensar que el poder potencia las virtudes o los vicios de los políticos. De modo que, si aquellos que administran temporalmente los asuntos públicos poseen una constitución mental y moral defectuosa; es decir, si no han recibido una sólida formación intelectual y una recta formación moral; y si además se dejan arrastrar fácilmente por la avidez de dinero, y si unido a este escenario, comprendemos que las instituciones públicas existentes son débiles y en algunos casos, absolutamente corrompidas, muchos políticos marcharán de manera inevitable hacia la realización de actos corruptos.

Esta interpretación se opone radicalmente a esa famosa y tan extendida expresión de Lord Acton: "el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente", y se opone, porque el poder no es esencialmente malo ni vuelve perverso al hombre en cuanto lo domine. Entonces, podrá ser una frase retumbante llena de palabras altisonantes, pero según los entendidos en la materia, el historiador inglés no conocía demasiado sobre política porque no es el fiel reflejo de la verdadera realidad de las cosas.

Cuenta Benito Jerónimo Feijoo, que cuando el ambicioso Alejandro Magno se enteró que existían más mundos, empezó a lamentarse, aduciendo que no tendría tiempo para conquistarlos. Esta quizás sea una de las manifestaciones más claras de que las ambiciones de los hombres no tienen límites y cuando la ambición desmedida invade íntegramente cada espacio del corazón humano, el hombre está dispuesto a entregarse a sus más viciosas predilecciones. 

No critico la ambición, cuestiono abiertamente la ambición desviada carente de escrúpulos; porque hay ambiciones bellas, nobles y respetables, como aquel político que accede al poder y ejerce el cargo público con el propósito superior de aumentar las facilidades a los ciudadanos para que, mediante "leyes saludables" desplieguen sus potencialidades en un contexto normativo, social y económico altamente favorable. Así como también aquellos que intentan mejorar “la condición de las clases laboriosas”, parafraseando a Durkheim. Ahora bien, también existen ambiciones degeneradas y absolutamente desvirtuadas, como aquel político que conquista el poder con la intención exclusiva de beneficiarse a sí mismo mediante actos ilícitos.

Jean Jacques Rousseau decía en sus Confesiones: “es la codicia la que conduce a tener inclinaciones vergonzosas y moralmente reprochables” como robar, estafar, mentir, etc.  Entonces, dejarse seducir por el dinero ilegítimo no es propio de hombres de honesta y razonable conductas. Ergo; redirigir la riqueza de la nación hacia una cuenta privada es propio de bribones, desvergonzados y egoístas, ya que esa acción perjudica directamente a los amplios sectores de nuestra sociedad generando el desgarro del tejido social y empobreciendo aún más a los pueblos, porque los actos de corrupción se reflejan en colegios arruinados, hospitales sin instrumentos, medicamentos que no llegan a tiempo, infraestructura deficiente, etc. ¿Quién puede ser capaz entonces, de robarle a su propia patria?

Muchos corruptos no solo serán condenados por la justicia y quedarán privados de su libertad, sino que además, serán objeto de desprecio ya que la ciudadanía entera, guiada por la indignación y el recuerdo colectivo latente, los repudiará para siempre. Pero cuidado, en ambos casos nadie condena al político corrupto, él se condena a sí mismo.

Quizás, exista una fórmula infalible para combatir la corrupción: “si os indignáis de vuestros actos, no pecaréis”. No es bueno carecer de "aidós" recomendarían los griegos. Es decir; si asumimos realmente que aquello que pensamos ejecutar es ilegal e injusto. Dicho de otro modo, si nos horrorizamos por los actos inapropiados e innobles que pretendemos realizar, no cometeremos actos indebidos y por consiguiente no nos lamentaremos en tiempos venideros.


lunes, 27 de mayo de 2019

Entrevista al distinguido Profesor Martin Tanaka

Entrevista realizada por: Alejandro Martorell. Lic. Ciencia Política.


El reconocido Profesor Martín Tanaka es Licenciado en Sociología por la PUCP (Pontificia Universidad Católica del Perú). Además, Doctor en Ciencias Sociales con especialización en Ciencia Política por Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) y Catedrático de Ciencia Política en la PUCP. El politólogo Tanaka ha tenido la gentileza de acceder a esta entrevista con el propósito de analizar elementos centrales de la realidad política nacional y algunos aspectos de la coyuntura iberoamericana.

  • ¿Cree usted que tras la muerte de Alan García se podría producir el derrumbe definitivo del Partido Aprista? o por el contrario, ¿cree que la clase política dirigente vinculada al APRA tiene la capacidad suficiente para revitalizar y por consiguiente emprender esta noble empresa de reposicionar al APRA en la discusión política impidiendo su disolución?
Es difícil responder esa pregunta, pero yo lo vería de esta forma. García tenía pretensiones dentro del APRA. Por un lado, era la figura indiscutida, despertaba pasiones y rechazos muy fuertes; y al mismo tiempo, era un referente nacional muy claro. Su personalismo limitaba la posibilidad de renovación del Partido. Entonces, ahora que él no está, se abre una posibilidad para que haya un proceso de renovación, pero el Partido se queda sin su figura más emblemática. Creo que la tarea que tienen ellos por delante es muy complicada al mantener la vigencia del Partido en los próximos años.
La única esperanza que tienen es distanciarse de Alan García, ya que García genera un amplísimo rechazo en la mayoría de la población. Creo que la posibilidad de supervivencia tiene que ver con pasar esa página y relanzar al Partido en nuevos términos.

  • Le propongo intentar hallar el fundamento de la corrupción en la administración pública. ¿Cree usted que se debe a una deficiente formación moral, a una inadecuada formación intelectual, a la desenfrenada codicia de los gobernantes, a la ausencia de vergüenza de nuestros dirigentes?  A su juicio, ¿Por qué la corrupción ha calado hondo en la política, particularmente en la política peruana?
Habría que hacer algunas distinciones. Quizás por deformación profesional sin negar que otras variables son importantes, me inclino a pensar que el marco institucional y la debilidad de los actores políticos son la variable explicativa principal. En Perú ha golpeado muy fuerte la corrupción porque tenemos instituciones muy débiles. Ahora, yo no sé si ha golpeado especialmente al Perú, porque uno lee las confesiones que hizo Odebrecht en los Estados Unidos y Perú no es el país donde se pagaron más coimas, pero es el país que más implicancias han tenido estas revelaciones y creo que tiene que ver con que los actores políticos son muy débiles y muy vulnerables; y además no hay controles en las instituciones, la regulación es muy laxa, etc.


  • En relación a los 12 proyectos de la reforma política, hay un proyecto que me llamó poderosamente la atención y es la ley del financiamiento de los Partidos Políticos por parte del Estado ¿Cuál es el criterio y el propósito superior para que el Estado financie a los Partidos Políticos?
Las organizaciones privadas tienen una función pública importantísima. Ocupan los cargos de representación política, los cargos de gestión. Creo que uno mira al mundo y en general hay una tendencia muy fuerte hacia el financiamiento público de las organizaciones políticas poniéndole límites al financiamiento privado; precisamente por lo que empezamos hablando al comienzo sobre los hechos de corrupción y la penetración de actores ilegales del narcotráfico en el financiamiento. Entonces, en medio de la precariedad de los Partidos Políticos, actores inescrupulosos pero que tienen dinero, terminan dominando la actividad política y eso hace a los Partidos muy vulnerables a la corrupción.
Entonces, la intención es darle mayor poder a los Partidos frente al poder económico. Seguirían siendo de la sociedad civil, pero con una colaboración de aportes estatales. La idea es tener una fórmula mixta.

  • Marchamos hacia el glorioso bicentenario. En relación a la cultura, la educación, la salud, la infraestructura, la tecnología, la ciencia, etc. ¿Cuál es el balance que hace usted sobre nuestra Patria?
Lamentablemente el bicentenario nos está tomando en una situación complicada. Entonces, me parece que el ánimo de la sociedad está más bien alicaído y la percepción es que no hay nada que celebrar. Lo que hay es muchos problemas urgentes que atender y que la educación, la ciencia, la tecnología, es como la última prioridad. Según las encuestas la población prioriza la seguridad ciudadana, la salud, etc. Y además hay un clima de confrontación e inestabilidad política muy fuerte que hace que la agenda del bicentenario haya quedado muy descolocada.

  • La siguiente pregunta se encuentra estrechamente vinculada a la anterior. Tomando en cuenta algunas reflexiones vertidas por el filósofo y diplomático peruano Alberto Wagner de Reyna sobre la cuestión del progreso. ¿Cuál cree usted que es la idea de “progreso” que tienen nuestros gobernantes
Precisamente por la debilidad de los Partidos Políticos de la que hemos estado hablando, los políticos llegan al poder sin tener demasiada idea de qué hacer con el poder. La política en nuestro pais es la disputa por el poder, pero en realidad es el poder por el poder; es decir, no es que haya ideas, programas y propuestas detrás de esta lucha. Entonces uno observa lo que los políticos ofrecieron en sus campañas y no tienen un correlato en el gobierno. No existen visiones de país.

  • Le propongo abordar la realidad iberoamericana analizando en primera instancia a Venezuela. Como una primera aproximación, es correcto decir que cierto sector de la sociedad venezolana y también, parte del aparato militar apoyan al régimen Chavista – Madurista. ¿Cuál cree usted que es el camino idóneo para restaurar la Democracia y así reafirmar las libertades individuales y la transparencia institucional? ¿Será una intervención militar?, ¿una mediación del Sumo Pontífice? Y de no producirse estos escenarios. ¿Marcharía Venezuela hacia la guerra civil?
Has mencionado algunas posibilidades. Yo creo que el escenario militar es absolutamente desaconsejable, creo que sería nefasto para Venezuela y para la región. Considero que esto tiene que surgir de las propias negociaciones que haya entre los venezolanos. Creo que las experiencias de intervenciones militares son muy malas, y el costo social y político en Venezuela sería altísimo.
Las mediaciones han fracasado cuando el Papa ha intervenido o cuando el gobierno de España ha intervenido. Entonces nos damos cuenta que en la práctica, estas mediaciones terminaron dándole más oxígeno a Maduro antes que facilitar una transición. Entonces creo que la unidad, la persistencia y disciplina de la oposición es lo que debería primar. Creo que todo el frente opositor debería plantear objetivos comunes y dar soluciones realistas a una situación que lamentablemente como dices tú, el control de las fuerzas armadas lo tiene Maduro. Los diferentes sectores de la oposición se dividen y cada uno juega por su propia cuenta y la lección es que esas divisiones terminan ayudando a Maduro de gran manera.


  • Vemos que en México se está desatando un conflicto armado por el narcotráfico. Vemos que “la guerra contra las drogas” no conduce a ningún fin deseable. ¿Cuál es la postura que a su criterio, debería asumir el Perú?
Obviamente es un tema muy difícil. Hay una corriente que señala que tal como se está desarrollando la “guerra contra el narcotráfico” es una suerte de guerra perdida en vano basándose solamente en estrategias de represión. Si es que no hay esfuerzos conjuntos entre los países productores y consumidores y si es que no avanzamos en una despenalización progresiva, probablemente el asunto continúe. Evidentemente es difícil para los Estados implementarla. Yo creo que hay que buscar soluciones imaginativas, porque si no es más de lo mismo. El fracaso de las estrategias en curso demuestra que hay que buscar otro camino.

  • Siguiendo con el análisis de la coyuntura regional. La administración Macrista tiene serias dificultades en el terreno económico y social. ¿Cree usted que el camino emprendido por la Argentina es el correcto?
Argentina es un caso complicadísimo. Hay un gran problema de fondo que debe resolverse de alguna manera y es ese desbalance que hay en el corazón mismo del sistema económico y que está atravesado por una confrontación política que también dificulta muchísimo abordar el problema económico. Entonces si no se resuelve esta situación, Argentina tendrá una etapa de crisis, luego una etapa de recuperación de corto plazo para luego volver a caer y no salir de ese círculo vicioso. El problema en el fondo es que los actores políticos no asumen que tienen que cambiar de dinámica.

  • Hablemos un poco sobre la categoría política del populismo tomando en cuenta a uno de sus ideólogos, el filósofo Ernesto Laclau y su relación con la realidad política concreta. El populismo es una estrategia discursiva de construcción de la frontera política; es decir propone la división del escenario social. En esta lógica “pueblo – antipueblo”, el “pueblo” se convierte en el supremo representante de los intereses de la patria y el “antipueblo”; es decir, los enemigos del cambio social, encarnan lo putrefacto, lo corrompido, etc. Vemos que en algunas sociedades (Argentina y Venezuela son los casos más visibles) lamentablemente rige la alta conflictividad política y la beligerancia discursiva. ¿Cree usted que esto es consecuencia de la metodología Laclauniana implementada deliberadamente por algunos gobernantes?
Yo creo que Laclau le ha dado conceptos, categorías y formas a una práctica política que viene de mucho antes. Esa lógica de polarización y confrontación empieza en Venezuela desde la llegada de Chávez al poder y en Argentina tiene varias décadas. Sospecho que habría que remontarse al peronismo clásico para encontrar el origen de ese tipo de retórica y lamentablemente eso persiste porque funciona.
En Perú también tenemos esa tradición política, pero Perú se ha escapado de esa lógica porque el trauma que vivimos a finales de los 80’s, principios de los 90’s, me parece que ha dejado marcas muy fuertes sobre la identidad colectiva. Por eso hoy la cultura política del país es mucho más conservadora. Los electores peruanos por lo general tienden a buscar alternativas de centro y si bien hay espacio para alguna retórica polarizante, la mayoría busca más bien una lógica de centro.

  • Hablemos sobre la relación entre juventud y política ¿cree que la juventud tiene una mayor tendencia al Liberalismo? ¿mira con mayor simpatía al Marxismo? ¿tiene nociones sobre lo que significa la Doctrina Social de la Iglesia? ¿Cuál es su opinión al respecto?
Tengo la impresión de que los jóvenes al igual que el conjunto del país, se han dejado llevar por una tendencia muy fuerte a la anti política, al desinterés de la política, al desinterés de lo público, la desconfianza en el ámbito político. Entonces, esa retórica anti política y anti ideológica me parece que permea en todos y en los jóvenes en general. Creo que la mayoría se declara como ajena a las ideologías, salvo algunos núcleos universitarios relativamente pequeños que llevan adelante discusiones más ideológicas y principistas. 


A modo de conclusión, las reflexiones del Profesor Tanaka conducen a pensar que es de suma importancia que, en el Bicentenario de la República del Perú, la ciudadanía y la dirigencia política, es decir, aquellos que se supone, como sostiene Sygmunt Bauman, “operan profesionalmente la cosa pública”, multipliquen esfuerzos para conquistar y consolidar una visión de país a largo plazo.

Con el propósito de lograr el tránsito de las formulaciones teóricas a la realidad concreta, hace falta que uno de los miembros fundamentales de la sociedad civil como los Partidos Políticos no solo se dirijan desesperadamente hacia la conquista del poder político, sino que tengan un fundamento teórico, ideológico y filosófico previo, que habilite la pretensión de alcanzar dicho poder.

En relación a la juventud; muchos jóvenes han llegado a formular el criterio de la “insignificancia de la política”, cuando en realidad, la política representa un instrumento valioso para la transformación de lo existente. La creciente apatía, desinterés e indiferencia que se posiciona como conducta cotidiana en la juventud en relación a la política se debe quizás a la mediocridad e inoperancia de la dirigencia política, unida a la ausencia de profundas y atractivas discusiones políticas que busquen integrar a ese amplísimo sector de la sociedad; es decir, a la juventud.


Yo Acuso

El responsable político de la administración general del país, el Presidente Martín Vizcarra en una entrevista dada al programa " Cuar...